Por el estudiante del grado Tercero, José Miguel Aguilar.
Érase una vez un león llamado Santiago, era grande, feroz y grosero. Un día estaba en su cueva dormido, después se levantó a cazar y vio un asno, se escondió y fue hacia él sigilosamente y se tiró para morderlo y murió. Mientras comía, un feroz dragón llegó y sopló fuego hasta dejar al bosque lleno de fuego, y el león se tiró al dragón y le dio una paliza; después, el dragón se fue y el león y el tigre y todos hicieron quedar al bosque muy bien.
Moraleja: no contaminar porque el mundo es muy importante.