Unas botas, una pala, un rastrillo y unas tijeras de podar setos, entre otras herramientas, son las principales fuentes de exploración. Cinco, diez, doce y hasta veinte niños y niñas en fila india camino hacia la huerta, esperando las instrucciones de su docente para dar inicio a una hermosa tarea, explorar las plantas, sus beneficios, sabores, colores y formas; los tipos de suelo y las cualidades de este para la siembra.
La huerta del Colegio El Triángulo, un espacio para establecer relaciones con la tierra, los animales, las plantas y las personas.