Por la docente de Euritmia e Inglés, Ana Tatiana Fernández.
Todos tenemos la capacidad de construir y vivir la felicidad, no depende de otras personas, depende de la forma en que asumes las distintas situaciones en la vida. Aunque somos seres sociales también somos individuos y podemos elegir a través de qué cristal observamos nuestras relaciones, en el colegio, en el hogar, en la familia y en la sociedad.
El amor es infinito y empieza siempre en nosotros mismos, cuando reconocemos y amamos nuestra esencia, podemos reconocer y mirar a los demás con los ojos de la compasión y el amor.
No tomarnos las cosas que nos suceden a término personal, sino tomar distancia e intentar descifrar por qué y para qué suceden. Finalmente nos encontramos siempre con aquello que necesitamos.